- Los aditivos funcionales se utilizan para cambiar la textura, el sabor, el color o prolongar la vida útil de los productos alimenticios.
- Proporcionan a los productos una textura uniforme, el sabor y el aspecto deseados y los mantienen frescos durante más tiempo.
- Los aditivos funcionales incluyen colorantes, conservantes, emulsionantes o estabilizantes.
Aditivos funcionales
Para entender qué son los aditivos funcionales en la alimentación, primero es necesario definir el término aditivos alimentarios. Según una normativa de la Unión Europea de 2008, los aditivos alimentarios son sustancias que no se consumen por sí solas como alimentos, sino que se añaden intencionadamente a los alimentos por razones tecnológicas. Los aditivos alimentarios se dividen en varios grupos, entre ellos los aditivos funcionales, que se utilizan para cambiar la textura, el sabor, el color o prolongar la vida útil de los productos.
Los aditivos funcionales son muy útiles en la industria alimentaria, ya que contribuyen a satisfacer las expectativas de los consumidores sobre los alimentos: los productos no sólo son más agradables estéticamente, sino que también se conservan frescos durante más tiempo. Si desea saber más sobre los aditivos funcionales y cómo puede utilizarlos en su empresa, no deje de seguir leyendo.
Aditivos funcionales – funciones
Como ya se ha dicho, los aditivos funcionales afectan a la textura de los productos. Los hacen lisos y uniformes y evitan que los productos líquidos se separen. Además, también influyen en el color y el sabor: confieren un color determinado, mejoran el aspecto y realzan el sabor de un producto.
Los aditivos funcionales también contribuyen a alargar la vida útil de los alimentos, ya que reducen su deterioro y evitan que la fruta fresca expuesta al aire se oscurezca.
Tipos de aditivos funcionales
Los aditivos alimentarios se dividen generalmente en naturales y sintéticos, y los aditivos funcionales, a su vez, pueden dividirse en varios grupos básicos según las funciones que desempeñan.
- Colorantes (E100-E199): son sustancias que dan o devuelven el color a los alimentos. Se utilizan en la producción de caramelos de gelatina, golosinas, dulces infantiles en general o para colorear yogures. Los colorantes son, por ejemplo, la curcumina, la riboflavina o el caramelo.
- Conservantes (E200-E299) – son sustancias que prolongan la vida útil ya que protegen contra el deterioro causado por la presencia de microorganismos o contra el crecimiento de microorganismos patógenos. Algunos ejemplos son el ácido sórbico, el benzoato sódico o la nisina.
- Antioxidantes y reguladores de la acidez (E300-E399) – Los antioxidantes (también conocidos como antioxidantes) son sustancias que protegen contra el deterioro del producto debido a la oxidación, cuyos efectos son el enranciamiento de las grasas o el cambio de color. Los reguladores de la acidez, por su parte, son sustancias que alteran o controlan la acidez o alcalinidad de un alimento. Entre ellos se encuentran el ácido ascórbico (vitamina C), el ácido cítrico o las lecitinas.
- Emulsionantes, gasificantes, gelificantes (E400-E499) – los emulsionantes tienen como objetivo crear una mezcla a partir de dos líquidos inmiscibles y mantenerla, los gasificantes liberan gas, aumentando así el volumen de la masa, y los gelificantes dan a los productos una consistencia gelatinosa. Estas sustancias son la gelatina, el agar, la goma xantana, la pectina, la goma de acacia y la goma garrofín.
- Potenciadores del sabor (E600-E699) – son sustancias que no tienen sabor en sí mismas, pero que se añaden para añadir o realzar el sabor de los productos alimenticios. Los potenciadores del sabor son glutamato sódico, guanilato disódico, ribonucleótido disódico e inosinato disódico.
- Edulcorantes (E900-E999): son sustancias utilizadas para dar a los alimentos un sabor dulce o utilizadas en edulcorantes. Entre ellas figuran: Xilitol, eritritol, sorbitol, aspartamo.
- Estabilizantes, espesantes (E1000-E1999) – sustancias que permiten mantener las propiedades fisicoquímicas de los alimentos o que aumentan su viscosidad. Entre ellos se encuentran los almidones modificados.
Ejemplos de los aditivos funcionales más importantes
Gelatina
La gelatina es un aditivo funcional natural. Sus propiedades más importantes son su viscosidad y su capacidad gelificante. En la alimentación, se encuentra en: gelatinas de fruta y carne, yogur, requesón y postres lácteos. Puede leer más sobre la gelatina en nuestro artículo.
Ácido cítrico
El ácido cítrico es un compuesto químico presente en los cítricos, aunque también puede obtenerse químicamente. Cuando se añade a los productos, disminuye el pH del producto, haciendo que los artículos duren más. El ácido cítrico también tiene el efecto de hacer que los productos sepan más ácidos y ayuda a mantener el color original de frutas y verduras. Está presente en preparados de fruta, confitería, bebidas, conservas o postres lácteos. Tiene muchos más usos industriales, así que lea nuestro artículo para saber más!
Glutamato monosódico
Es uno de los potenciadores del sabor más utilizados. El glutamato sódico es la sal sódica del ácido glutámico. Potencia el sabor ‘umami’, por lo que se utiliza a menudo en la elaboración de alimentos, sobre todo en carnes, sopas, productos horneados o condimentos.
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