Ácido glutámico (E620) – ¿qué es?
El ácido glutámico, también conocido como ácido glutámico, es un compuesto químico orgánico del grupo de los ácidos carboxílicos. Es uno de los aminoácidos básicos y un componente importante en la estructura de las proteínas. En forma de sal o éster, el ácido glutámico se utiliza habitualmente como aditivo alimentario, con la denominación E620.
Propiedades del ácido glutámico (E620)
El ácido glutámico se encuentra de forma natural en muchos alimentos, como la carne, el pescado, los productos lácteos, los huevos y muchas verduras y frutas. También es un importante neurotransmisor del cerebro, que desempeña un papel clave en la transmisión de señales nerviosas.
Como aditivo alimentario, el ácido glutámico suele presentarse en forma de sales, como el glutamato monosódico o el glutamato potásico. Tiene un fuerte sabor umami, que confiere a los platos un gusto rico y profundo. También tiene propiedades conservantes que pueden alargar la vida útil de los productos alimenticios.
Uso del ácido glutámico (E620)
El ácido glutámico se utiliza ampliamente en la industria alimentaria como aditivo alimentario, principalmente por su capacidad para realzar el sabor de los alimentos. Se utiliza a menudo en la producción de sopas, caldos, salsas, adobos, aperitivos y productos cárnicos y embutidos.
Además, el ácido glutámico puede utilizarse para mejorar la textura de los alimentos y aumentar la vida útil de ciertos productos al inhibir el crecimiento de bacterias y microorganismos.
¿Dónde comprar ácido glutámico (E620)?
Como aditivo alimentario de uso común, el ácido glutámico se puede adquirir fácilmente en tiendas de alimentación, tanto fijas como en línea. Puede encontrarse en forma de polvo, líquido o como ingrediente en productos alimenticios preparados marcados con E620 en la etiqueta.
El ácido glutámico (E620) y sus funciones en los alimentos
El ácido glutámico (E620) desempeña un papel clave en la mejora del sabor y el aroma de muchos alimentos, gracias a sus propiedades umami. Su adición permite a los fabricantes de alimentos conseguir un sabor profundo y rico sin necesidad de mayores cantidades de sal o grasa. Además, el ácido glutámico puede contribuir a la conservación de los alimentos, prolongando su vida útil y garantizando su seguridad.
Como ingrediente natural de muchos alimentos, el ácido glutámico también desempeña un papel importante en los procesos metabólicos del cuerpo humano, siendo esencial para el buen funcionamiento del sistema nervioso y la comunicación intercelular.