- Los agricultores lamentan no haber vendido maíz durante la sequía, ya que las lluvias inesperadas desplomaron los precios.
- La peor caída del mercado en una década ha provocado inventarios récord de maíz sin vender y precios bajos.
- Las presiones económicas están empujando a los agricultores a recortar costes y reconsiderar sus opciones de cultivo.
Agricultores con exceso de producción sin vender
Dan Henebry, agricultor de Illinois, y muchos otros en EE.UU. lamentan no haber vendido sus cosechas de maíz el verano pasado, cuando los altos precios inducidos por la sequía parecían prometedores. Sin embargo, unas lluvias inesperadas reavivaron las cosechas, provocando una importante caída de los precios del maíz. Esto supuso la mayor caída del mercado en una década, que se prolongó de 2023 a 2024 y afectó gravemente a la economía rural estadounidense. Las cosechas récord en Estados Unidos y Brasil, junto con el aumento de la competencia y la limitada demanda interna, han llevado a los precios del maíz más bajos desde noviembre de 2020, dejando a los agricultores con cantidades excesivas de maíz sin vender almacenado.
Impacto en las decisiones agrícolas y en la economía
La drástica caída de los precios ha obligado a los agricultores a reconsiderar sus estrategias de venta y sus futuras decisiones de siembra, y algunos han recortado la compra de equipos y han considerado cultivos menos costosos como el sorgo. Los elevados tipos de interés han incrementado el coste de almacenamiento de las cosechas no vendidas, contribuyendo a una posible pérdida significativa de los ingresos netos de las explotaciones en 2024. El mercado de equipos agrícolas, incluidos los principales fabricantes como Deere & Co, prevé una disminución de las ventas debido a estos precios más bajos de los productos básicos y las presiones financieras sobre los agricultores. El escenario general subraya los retos y las incertidumbres de la industria agrícola, con un cambio hacia una planificación más estratégica para mitigar las pérdidas.