- El transporte intermodal combina dos o más modos de transporte diferentes sin manipular la propia carga, lo que aumenta la eficacia y la seguridad.
- Entre sus ventajas figuran la optimización de costes, la flexibilidad, la seguridad de las mercancías y el cumplimiento de los Incoterms.
- Las aplicaciones incluyen el comercio internacional, el transporte de alimentos que requieren refrigeración y el transporte de mercancías industriales.
- La rentabilidad depende de la distancia, el tipo de carga, la disponibilidad de infraestructuras y la normativa.
El transporte intermodal es un concepto que está adquiriendo cada vez más importancia en la industria de la logística y el transporte. En la era de la globalización, el aumento de las exigencias medioambientales y la necesidad de optimizar los costes de transporte, el transporte intermodal se ha convertido en uno de los elementos clave de las cadenas de suministro modernas. En este artículo explicamos qué es el transporte intermodal, cuáles son sus ventajas y en qué casos resulta más rentable.
¿Qué es el transporte intermodal?
El transporte intermodal es una forma de transportar la carga utilizando al menos dos modos de transporte diferentes (por ejemplo, ferrocarril, camión, barco), con una única unidad de carga, como un contenedor o un semirremolque, que se utiliza durante todo el proceso. El elemento clave es que la carga no se vuelve a cargar cuando cambia el modo de transporte, sólo cambia la forma en que se traslada.
Este modo de transporte difiere del transporte tradicional, en el que cada etapa se realiza de una manera diferente, lo que a menudo requiere la recarga de las mercancías. El transporte intermodal minimiza la necesidad de recarga, lo que reduce significativamente el riesgo de daños a la mercancía y acorta los tiempos de transporte.
Ventajas del transporte intermodal
Rentabilidad
El transporte intermodal permite optimizar los costes, especialmente en el transporte de larga distancia. Por ejemplo, el ferrocarril, más económico que el transporte por carretera en distancias largas, se utiliza a menudo como una etapa del transporte intermodal.
Flexibilidad y versatilidad
La posibilidad de combinar diferentes modos de transporte hace que el transporte intermodal sea muy flexible. Puede adaptarse a una gran variedad de necesidades, desde el transporte de alimentos hasta el de carga industrial.
Seguridad de las mercancías
El uso de contenedores reduce considerablemente el riesgo de que la carga sufra daños. Esto es especialmente importante en el caso de productos sensibles, como el transporte refrigerado, que requiere una cadena de frío continua.
Cumplimiento de los Incoterms
El transporte intermodal se ajusta perfectamente a los Incoterms (normas de comercio internacional), que regulan la responsabilidad, el coste y el riesgo en el comercio internacional. Muchas normas Incoterms, como la FCA o la CIP, tienen en cuenta la posibilidad de utilizar distintos modos de transporte.
Ejemplos de aplicaciones del transporte intermodal
Transporte de alimentos y productos que requieren refrigeración
El transporte de alimentos, especialmente los que requieren refrigeración, encaja perfectamente en el modelo intermodal. Por ejemplo, los productos congelados pueden transportarse en contenedores refrigerados por mar y luego entregarse por camión en los almacenes. Este transporte refrigerado garantiza la continuidad de la temperatura, clave para mantener la calidad del producto.
Transporte de mercancías industriales
A menudo se transportan grandes cantidades de materiales de construcción, maquinaria o componentes industriales en contenedores intermodales. Combinando el transporte por ferrocarril y carretera, es posible reducir considerablemente los costes y llevar las mercancías a su destino con rapidez.
Comercio internacional
El transporte intermodal es una parte indispensable del comercio internacional. El transporte de mercancías de China a Europa es un ejemplo de un proceso que suele combinar el transporte marítimo y ferroviario y, a continuación, el transporte por carretera.
¿Cuándo resulta rentable el transporte intermodal?
El transporte intermodal no siempre es la mejor opción. La rentabilidad depende de varios factores:
La distancia de transporte
El transporte intermodal es más rentable en distancias largas, especialmente cuando se trata de grandes volúmenes de mercancías.
Tipo de mercancías transportadas
Si las mercancías son frágiles, requieren refrigeración o son especialmente vulnerables a los daños, el transporte combinado mediante contenedores puede ser la mejor opción.
Infraestructura de transporte
Utilizar el transporte ferroviario o marítimo requiere una infraestructura adecuada, como puertos o terminales intermodales. Si se dispone de tales infraestructuras, el transporte intermodal resulta más rentable.
Requisitos reglamentarios y medioambientales
Los crecientes requisitos para reducir las emisiones de CO₂ hacen que el transporte intermodal resulte cada vez más atractivo para las empresas que quieren cumplir las normas medioambientales.
El transporte intermodal es una solución moderna y ecológica que está ganando popularidad en el sector del transporte. Sus ventajas, como la optimización de costes, la protección del medio ambiente y el aumento de la seguridad de las mercancías, lo hacen especialmente viable para el transporte de larga distancia de grandes cargas.
Sin embargo, conviene recordar que no todas las situaciones justifican la elección de este modo de transporte. Las empresas deben analizar detenidamente sus necesidades logísticas, la disponibilidad de infraestructuras y los requisitos del tipo de mercancía. Independientemente de los retos, el transporte intermodal sigue siendo una herramienta clave para optimizar las cadenas de suministro globales.