Bisulfito de calcio (E227) – ¿qué es?

El bisulfito de calcio (E227) es un compuesto químico utilizado como aditivo alimentario con función conservante. Su función principal es prolongar la vida útil de los productos alimenticios inhibiendo el crecimiento de bacterias, mohos y levaduras. El bisulfito de calcio es la sal cálcica del ácido sulfúrico y se considera seguro para su uso en la industria alimentaria en determinadas dosis.

Esta sustancia también se conoce por su nombre en clave E227, que facilita su identificación en las listas de ingredientes alimentarios. Debido a sus propiedades antioxidantes, se utiliza a menudo en el procesado de frutas y verduras, en la elaboración del vino y en la producción de ciertos tipos de pan.

Propiedades del bisulfito de calcio

El bisulfito de calcio (E227) se distingue por sus fuertes efectos conservantes y antioxidantes. Evita eficazmente que los alimentos se oxiden, preservando así su frescura, color y valor nutritivo durante más tiempo. Gracias a estas propiedades, es valorado en la industria alimentaria como un ingrediente que mejora la calidad y prolonga la vida útil de los productos.

Uso del bisulfito cálcico

Este compuesto es muy utilizado en la industria alimentaria. Se utiliza como conservante en conservas de frutas y verduras, vinos, frutos secos y también en productos de panadería para evitar su deterioro. El bisulfito cálcico también se utiliza para evitar el oscurecimiento de frutas y verduras tras su procesamiento y como estabilizador del color.

¿Dónde comprar bisulfito de calcio?

El bisulfito de calcio (E227) puede adquirirse en tiendas especializadas en materias primas para la industria alimentaria, así como en algunas tiendas de aditivos alimentarios en línea. Está disponible tanto para fabricantes de alimentos a escala industrial como para pequeños productores, incluidos los aficionados caseros al vino.

El hidrosulfito de calcio y sus funciones en los alimentos

El hidrosulfito de calcio (E227) desempeña un papel fundamental en la conservación de la calidad de los alimentos. Como conservante, impide el crecimiento de microorganismos, lo que es especialmente importante para los productos con una vida útil limitada. Sus propiedades antioxidantes ayudan a preservar el color y el sabor naturales de los productos alimenticios, lo que tiene una importancia considerable para los consumidores que buscan productos de alta calidad. Además, su uso en la producción de vinos permite controlar la fermentación y evitar cambios no deseados en el sabor y el aroma.