- La enfermedad de la lengua azul, causada por el virus VLA-3, ha aparecido en varios países europeos en el último año y ha diezmado las cabañas bovina y ovina en los Países Bajos.
- El mayor riesgo de infección se registra en verano, ya que la enfermedad se transmite por los insectos.
- Gran Bretaña y otros países temen un brote de la enfermedad en los próximos meses.
- Los animales estaban protegidos por una vacuna que ya ha sido retirada. En los Países Bajos ya se ha introducido una nueva vacuna y se está trabajando para que se apruebe en el Reino Unido.
¿Qué es la fiebre catarral ovina?
La lengua azul, causada por el virus VLA-3, apareció en los Países Bajos en septiembre de 2023. La enfermedad afecta tanto al ganado ovino y caprino como al bovino, que sólo transmiten la infección de forma limitada. La rápida propagación de la enfermedad se ve facilitada por el método de infección: no se produce por contacto directo, sino a través de insectos hematófagos como moscas y mosquitos. La infección ha provocado la muerte de más de 50.000 animales en los Países Bajos, lo que corresponde aproximadamente al 5% de la cabaña ovina y al 0,2% de la cabaña bovina del país. La enfermedad también se ha extendido a Bélgica, Gran Bretaña y Alemania. El mayor riesgo de contraer la enfermedad se da entre mayo y octubre, cuando la actividad de los insectos que pican a los animales es máxima. Hasta ahora, la única forma eficaz de protegerse contra la enfermedad era una vacuna endógena, que lamentablemente ha sido retirada por el fabricante.
Una nueva vacuna, única esperanza para los ganaderos
Tras la temporada de invierno, las autoridades británicas temen un retorno de la enfermedad. Los expertos prevén un gran número de infecciones en verano, incluso a escala epidémica. La única esperanza es el rápido desarrollo de una nueva vacuna contra el VLA-3, que reclaman las organizaciones de ganaderos. Una nueva vacuna, producida por Syva, ya se ha puesto en marcha por la vía rápida en los Países Bajos, pero de momento no puede utilizarse en el Reino Unido. Es vital que los fabricantes de vacunas y el sector ganadero colaboren para garantizar que la vacuna esté autorizada y disponible para su uso lo antes posible a fin de proteger al ganado del Reino Unido de la enfermedad pronosticada.