¿Qué es el gluconato de hierro(II) (E579)?
El gluconato de hierro (II) (E579) es un compuesto químico orgánico que es la sal de hierro (II) del ácido glucónico. Se obtiene por reacción del ácido glucónico con el hierro. Se presenta como un polvo verde claro o blanco que es bien soluble en agua, lo que facilita su uso en las industrias alimentaria y farmacéutica.
El gluconato de hierro(II) se valora por su capacidad para aportar hierro, un mineral esencial que contribuye al buen funcionamiento del organismo, incluido el transporte de oxígeno y la producción de glóbulos rojos. Este suplemento es especialmente importante en la alimentación de personas con carencia de hierro.
Propiedades del gluconato de hierro(II)
El gluconato de hierro(II) se distingue por su alta biodisponibilidad, lo que significa que el hierro que contiene es absorbido eficazmente por el cuerpo humano. Esto lo convierte en una forma eficaz de reponer las carencias de hierro, lo que es crucial para mantener una buena salud.
Uso del gluconato de hierro (II)
Se utiliza habitualmente como aditivo fortificante en productos alimenticios, enriqueciéndolos con hierro. Se utiliza en productos como panes, cereales de desayuno, bebidas y suplementos dietéticos. El gluconato de hierro(II) también se utiliza en la industria farmacéutica para producir preparados de hierro para la anemia y otras afecciones derivadas de la carencia de hierro.
¿Dónde comprar gluconato de hierro (II)?
El gluconato de hierro(II) está disponible en farmacias y tiendas de dietética, así como en Internet, donde puede encontrarse tanto como materia prima para sus propios preparados como ingrediente de productos alimenticios ya preparados o suplementos dietéticos.
El gluconato de hierro(II) y sus funciones en los alimentos
En la industria alimentaria, el gluconato de hierro(II) sirve principalmente como agente fortificante, aumentando el contenido de hierro de los alimentos, lo que contribuye a la prevención de la anemia y a la mejora de la salud en general. Su adición a los alimentos no afecta negativamente al sabor, color o textura del producto, lo que lo convierte en un ingrediente ideal para el enriquecimiento con hierro de los alimentos.