¿Qué es el ascorbato cálcico (E302)?

El ascorbato de calcio, designado E302, es la forma salina de la vitamina C combinada con calcio. Es un aditivo alimentario estable, seguro y eficaz que combina las propiedades antioxidantes de la vitamina C con los beneficios para la salud del calcio. Esta combinación única hace del ascorbato cálcico un ingrediente valioso en la industria alimentaria para garantizar la frescura y calidad a largo plazo de los productos alimenticios.

A diferencia del ácido ascórbico, el ascorbato cálcico es menos ácido, lo que lo hace más adecuado para su uso en una gran variedad de alimentos, especialmente aquellos que pueden ser sensibles a la acidez.

Propiedades del ascorbato de calcio

El ascorbato de calcio es muy apreciado por sus propiedades antioxidantes, que contribuyen a conservar la frescura, el color y el sabor de los alimentos durante más tiempo. Gracias a la presencia de calcio, este aditivo también contribuye a mejorar el valor nutritivo de los productos. Es una sustancia estable y fácilmente soluble en agua, lo que facilita su uso en diversos procesos de producción.

Aplicaciones del ascorbato de calcio

El ascorbato cálcico se utiliza en una amplia gama de productos alimenticios, como bebidas, productos cárnicos, productos de panadería, aperitivos, así como productos lácteos y alimentos enlatados. Es especialmente apreciado en la elaboración de productos alimentarios que requieren una larga conservación, donde sus propiedades antioxidantes y estabilizadoras son clave.

¿Dónde comprar ascorbato cálcico?

El ascorbato de calcio está disponible en tiendas especializadas en aditivos alimentarios, mayoristas de productos químicos y minoristas en línea. Puede adquirirse en polvo o en gránulos, lo que facilita su dosificación y aplicación en los procesos de producción, tanto industriales como domésticos.

El ascorbato de calcio y sus funciones en los alimentos

En los alimentos, el ascorbato de calcio actúa principalmente como antioxidante, evitando la oxidación y la degradación de los productos alimenticios. Ayuda a preservar el aspecto natural, el sabor y el valor nutricional de los alimentos, lo que es clave para mantener su atractivo para los consumidores. Además, gracias a sus propiedades tampón, puede utilizarse para regular el pH de determinados productos, lo que amplía aún más su gama de aplicaciones.