- La sindrome dell’impostore è un fenomeno psicologico in cui una persona dubita della propria competenza, nonostante i chiari successi ottenuti.
- Le cause principali della sindrome sono l’educazione, il perfezionismo, le aspettative sociali e la bassa autostima.
- I sintomi includono la paura di essere “esposti”, la minimizzazione dei risultati, la difficoltà ad accettare i complimenti e l’evitamento delle sfide.
- I datori di lavoro e gli individui possono combattere la sindrome dell’impostore attraverso il supporto psicologico, il feedback costruttivo e lo sviluppo personale.
¿Conoce esa sensación cuando recibe un ascenso, los elogios de un superior o una nota alta en un examen, pero en el fondo siente que no es mérito suyo? ¿Tienes miedo de que al final alguien descubra que no eres tan competente como los demás creen? Puede que estés experimentando lo que se conoce como síndrome del impostor. Se trata de un fenómeno psicológico que afecta a muchas personas en distintas etapas de su carrera profesional y de su vida personal. El síndrome del impostor es un tema especialmente relevante en el contexto del trabajo, el desarrollo profesional y la marca del empleador, donde la autoconfianza y la autoaceptación de los empleados desempeñan un papel importante.
¿Qué es el síndrome del impostor?
El síndrome del impostor es un fenómeno psicológico que implica la creencia de que nuestros éxitos en el trabajo y en la vida se deben simplemente a la casualidad y no a habilidades reales. Las personas que lo padecen suelen percibir sus logros como inmerecidos y sienten que no están a la altura de las expectativas de los demás. A pesar de las numerosas pruebas de su competencia -como ascensos, evaluaciones positivas de sus superiores o numerosas recomendaciones-, siguen creyendo que no están a la altura y que su supuesta incompetencia saldrá a la luz tarde o temprano.
Paradójicamente, el síndrome del impostor afecta más a menudo a las personas de alto rendimiento, con talento y ambiciosas. A lo largo de la historia, conocemos muchos ejemplos de personalidades destacadas que admitieron luchar contra un sentimiento de inadecuación. Hoy en día, los psicólogos indican que esta experiencia no es infrecuente: se calcula que alrededor del 70% de las personas se han sentido así al menos una vez en la vida. También cabe señalar que el síndrome del impostor afecta más a menudo a las mujeres, lo que puede tener su origen en las diferencias sociales y culturales y en las expectativas fijadas por quienes las rodean.
Causas del síndrome del impostor: ¿por qué nos infravaloramos?
El síndrome del impostor no surge porque sí: suele ser el resultado de un proceso complejo en el que influyen tanto las experiencias vitales como el condicionamiento social. Entre las principales causas se incluyen:
- educación y entorno familiar – las personas criadas en familias en las que se daba mucho valor a alcanzar el éxito, o en las que a menudo oían elogios por los resultados más que por el esfuerzo, pueden ser más propensas a desarrollar el síndrome del impostor,
- perfeccionismo: las personas con tendencia al perfeccionismo suelen fijarse unos niveles de exigencia poco realistas,
- estereotipos y expectativas sociales – la influencia de las normas culturales y las presiones sociales pueden hacer que algunas personas, sobre todo las mujeres, tengan dificultades para creer en su propia competencia,
- baja autoestima – las personas con síndrome del impostor suelen tener baja autoestima y tienden a menospreciar sus propios logros.
Síntomas del síndrome del impostor: ¿qué hay que tener en cuenta?
El síndrome del impostor se manifiesta de diversas formas, y los síntomas más comunes incluyen:
- miedo aser « descubierto»: un fuerte temor a que se descubra su supuesta «incompetencia». Los individuos creen que pronto alguien descubrirá que no tienen las aptitudes necesarias,
- minimización de los propios logros: tendencia a restar importancia a los éxitos y reconocimientos, explicándolos por la suerte o las circunstancias favorables más que por las propias capacidades,
- dificultad para aceptar los cumplidos: cuestionar los elogios y dudar de su sinceridad,
- la creencia de «hacer trampas «: estas personas tienen la sensación de «fingir» que ocupan el puesto adecuado o que tienen el nivel de competencia adecuado, lo que hace difícil creer que sus acciones son realmente valiosas,
- exceso de preparacióny evitación de nuevos retos – por miedo a un posible fracaso o falta de competencia, las personas con síndrome del impostor se preparan en exceso o evitan tomar nuevas iniciativas.
¿Cómo pueden los empresarios ayudar a los empleados con síndrome del impostor?
La marca del empleador no sólo consiste en promover una imagen corporativa atractiva, sino también en preocuparse por el desarrollo y la salud mental de los empleados. Ayudar a gestionar el síndrome del impostor es uno de los componentes del cuidado de un buen ambiente de trabajo. ¿Cómo pueden las organizaciones y empresas apoyar a las personas afectadas por el síndrome del impostor?
Facilitar el acceso a la formación y el desarrollo personal, ofreciendo oportunidades para aprender y adquirir nuevas habilidades en el lugar de trabajo, puede ayudar a los empleados a ganar confianza. Una retroalimentación periódica y constructiva permite a las personas comprender mejor su rendimiento y competencias reales, lo que favorece el desarrollo profesional del personal.
Las organizaciones que fomentan un equilibrio saludable entre el trabajo y la vida personal son eficaces para reducir el estrés y disminuir el sentimiento de culpa de los empleados. Crear un entorno de apoyo y comprensión y estar abierto a discutir las dificultades emocionales y psicológicas fomenta un sentimiento de pertenencia y aceptación en los empleados.
¿Cómo afronta usted el síndrome del impostor?
Las personas que luchan contra el síndrome del impostor deben trabajar para acabar con las creencias negativas sobre sí mismas y reforzar su autoestima.
En lugar de minimizar los éxitos, haz un esfuerzo consciente por valorar el esfuerzo y el trabajo realizados. Escribir un diario de éxitos le ayudará a ver sus propios logros con más objetividad.
Es importante identificar los pensamientos críticos e intentar sustituirlos por otros más positivos o realistas. En lugar de pensar «sólo lo he conseguido por accidente», vale la pena intentar «me lo he ganado gracias a mi duro trabajo».
En algunos casos, el apoyo de un psicólogo o terapeuta puede ayudar a comprender las causas y enseñar técnicas para afrontar el síndrome del impostor. La terapia es una forma eficaz de reforzar la autoaceptación y aumentar la confianza en uno mismo.
También es una buena estrategia entrar conscientemente en situaciones que crean miedo al fracaso, puede ayudar a romper limitaciones. Conviene recordar que cada error es una oportunidad de aprendizaje, no una prueba de falta de competencia.
El síndrome del impostor es la experiencia de muchas personas, especialmente las que tienen éxito y son ambiciosas. En el contexto del trabajo y del employer branding, merece la pena que las empresas ayuden a sus empleados a afrontar los sentimientos de inadecuación. Comprender este fenómeno y proporcionar herramientas para superarlo puede repercutir en la eficacia y el compromiso del equipo, así como en el ambiente general de la organización. Cualquier éxito, aunque parezca accidental, es el resultado de la determinación, el esfuerzo y las aptitudes reales.